INGREDIENTES:
- 1 kilo de mejillones
- 1 cebolla pequeña
- 2 dientes de ajo
- 1/2 medio vaso pequeño de vino blanco
- 1 vaso de agua para cocer los mejillones
- 3 cucharadas soperas de tomate frito casero
- 1 pizca de pimienta negra molida
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharada sopera de harina
- 2 hojas de laurel
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- Sal
ELABORACIÓN:
En una olla amplia ponemos a calentar el agua con un poco de sal. Cuando
el agua empiece a hervir añadimos los mejillones.
Tapamos la olla y dejamos cocer hasta que los mejillones abran.
Ponemos una sartén al fuego con el aceite. Cuando el aceite empiece a
estar caliente añadimos la cebolla cortada fina y los dientes de ajo también
cortados finos.
En el momento que empiecen a dorarse añadimos una pizca de pimienta y la
media cucharadita de pimentón. Apartamos del fuego y mezclamos.
Añadimos la cucharada de harina y dejamos hacer 1 minuto, removiendo
constantemente, para que la harina pierda su sabor a crudo. Ponemos las 2 hojas
de laurel.
Añadimos el vino blanco y cuando se evapore el alcohol incorporamos el
caldo de cocción de los mejillones.
Rectificamos de sal y dejamos cocer a fuego medio durante 10 minutos
aproximadamente. Retiramos las hojas de laurel.
Desecharemos antes de la cocción todo
mejillón que encontremos roto, y después de cocerlos los que no se abran.
Si nos gusta el picante podemos
cambiar el pimentón dulce por picante o bien añadir una guindilla al sofrito.
Si no nos gusta ver o sentir los trocitos de cebolla y ajo, batimos bien la salsa y si la queremos aún más fina la colamos.
Si no nos gusta ver o sentir los trocitos de cebolla y ajo, batimos bien la salsa y si la queremos aún más fina la colamos.