Para 4 personas
INGREDIENTES:
- 300 gramos de guisantes congelados
- 75 gramos de jamón serrano
- 4 huevos
- 200 gramos de langostinos congelados
- 100 gramos de bacón
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 2 zanahorias
- 1 patata
- Comino molido
- Perejil
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra molida
- Agua
- Sal
ELABORACIÓN:
Descongelamos los guisantes y los langostinos.
Pelamos los langostinos y reservamos todo.
Picamos fino la cebolla, el perejil y el ajo; pelamos y cortamos en
cuadraditos pequeños la patata y las zanahorias; picamos en trocitos el jamón y
el bacón.
Ponemos una cacerola al fuego, con un chorrito de aceite, y añadimos las
cabezas y las cáscaras de los langostinos. Aplastamos un poco con una cuchara para que salga el jugo de las cabezas y rehogamos durante 2 – 3 minutos.
Cubrimos con agua, añadimos un poco de sal y dejamos cocer durante 10
minutos. Apartamos, pasamos el caldo por un colador y reservamos.
En una sartén amplia ponemos un poco de aceite; ponemos al fuego y
rehogamos la cebolla.
Cuando la cebolla empiece a dorarse añadimos el bacón, las zanahorias y
las patatas.
Damos unas vueltas (dos o tres minutos) y añadimos una cucharada escasa
(de las de café) de comino molido, los guisantes y cubrimos con el caldo, que
previamente hemos colado.
Dejamos hervir, suavemente, a fuego lento durante 10 minutos.
Mientras tanto, en una sartén al fuego con un poquito de aceite,
salteamos durante 1 minuto, los langostinos troceados, un poco de pimienta negra molida y
el ajo.
Incorporamos el jamón a los langostinos, junto con el perejil picado.
Dejamos hacer otro minuto
aproximadamente.
Individualizamos en varios recipientes por raciones; ponemos al fuego y
cascamos un huevo sobre los guisantes. Dejamos al fuego hasta que la clara esté
cuajada. Retiramos y servimos.
Si tenemos la oportunidad, y el
bolsillo nos lo permite, de utilizar guisantes y langostinos frescos, nuestro
guiso ganará en calidad.
El jamón serrano lo hemos comprado
cortado en taquitos y el bacón en tiras.
¡Cuidado con la sal! que el jamón y
el bacón ya llevan la suya.
Lo ideal sería poder servirlos en
recipientes individuales de barro. Al no tener este tipo de recipientes hemos
hecho el cuajado del huevo en una cacerola, y hemos trasladado el contenido,
con una rasera y mucho cuidado, a un plato.
También podemos escalfar los huevos
aparte y colocarlos encima de cada plato.
Con la cantidad que nos sale de
guisantes bien podría ser para 5 ó 6 personas, todo dependerá del apetito de
los comensales.