INGREDIENTES:
Para las tortillas:
- Huevos
- Leche
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva
- Comino (opcional)
- Sal
Para el relleno:
- Pechuga de pollo
- Aguacate
- Lechuga
- Mayonesa
- Zumo de limón
ELABORACIÓN:
Ponemos al fuego una sartén anti-adherente con una cucharadita de aceite.
Mientras el aceite calienta, en un plato hondo, batimos un huevo con una
cucharada de leche y una pizca de sal, pimienta negra y comino.
Añadimos la mezcla en la sartén caliente y hacemos una tortilla que nos
ocupe todo el fondo de la sartén. Cuando esté hecha por un lado, le damos la
vuelta y dejamos hacer por el otro. La ponemos en un plato plano y dejamos
enfriar.
Mientras tanto, vamos haciendo el relleno de la siguiente forma: picamos
fina la pechuga de pollo, que previamente hemos hecho a la plancha en una
sartén con un hilito de aceite; picamos también fino el aguacate y regamos con
un poco de zumo de limón; por último, picamos un par de hojas de lechuga.
En un bol ponemos estos ingredientes, salpimentamos y mezclamos.
Una vez mezclado añadimos la mayonesa y volvemos a mezclar.
Repartimos una capa fina sobre la tortilla fría y enrollamos.
Envolvemos los rollitos en films transparente, metemos en el frigorífico
y dejamos enfriar durante varias horas.
Cuando vayamos a servir quitamos el films y con un cuchillo de sierra,
(de los de cortar pan) y teniendo mucho cuidado, cortamos en rodajas de 1
centímetro aproximadamente.
Haremos tantas tortillas como
rollitos queramos hacer. La cantidad de ingredientes irá en función de las
tortillas que hagamos.
La pechuga de pollo la podemos hacer,
también si queremos, hervida.
Aunque hemos puesto un poco de
comino, muy poca cantidad, lo ponemos como opcional al ser una especia con
bastante aroma y que no a todo el mundo agrada.
El motivo de meter los rollitos en el
frigorífico es para que se endurezcan y así poder cortarlos mejor sin que se
nos rompan. Si queremos acortar el tiempo, los meteremos en el congelador
durante aproximadamente 30 minutos.
Nosotros los congelamos directamente y los
tenemos siempre disponibles por si se nos presenta un imprevisto en el que
tengamos que improvisar unas tapas o aperitivos. Por esto, tenemos siempre en
el congelador distintos tipos de rellenos envueltos en tortillas o jamón
serrano, jamón de York…
Cuando los vamos a consumir los sacamos, y
congelados, los cortamos en rodajas (de esta forma se cortan mejor y no se nos
deshacen) y dejamos descongelar en el recipiente en el vayamos a
servirlos.
Aunque en los ingredientes hay unas
ramas de perejil y un diente de ajo no los hemos utilizado.