Para 4 - 6 personas
INGREDIENTES:
- 1 pierna de cordero deshuesada
- Aceite de oliva virgen extra
- Agua
- Sal
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 250 oC.
Colocamos en una fuente para horno la pierna. Salamos y rociamos por
encima con un chorro de aceite de oliva (como cuatro cucharadas soperas).
Cuando el horno esté caliente metemos la fuente para que nos quede en la
mitad del horno.
Cerramos y dejamos cocer durante 15 minutos aproximadamente.
Sacamos, damos la vuelta a la pierna, volvemos a meter y dejamos hacer
durante otros 10 – 15 minutos.
Bajamos el fuego a 180 oC y dejamos hacer durante
aproximadamente 30 minutos. Durante este tiempo le daremos un par de vueltas a
la pierna regándola con su propio jugo.
Sacamos y servimos.
Pedimos al carnicero que nos deshuese
la pierna y nos corte los huesos en trozos pequeños.
Nosotros le pedimos al carnicero que
no le quite la grasa que trae la pierna. De esta forma, con el aceite y la
grasa que se funde con el calor, es suficiente para que la pierna se nos ase
sin tener que agregarle nada más. Pero si viéramos que se nos va quedando seca,
le podemos añadir un poco de agua.
Otra opción es hacer un caldo con los
huesos; cogemos un recipiente, que pondremos al fuego, con un buen chorro de
aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente añadimos los huesos. Rehogamos
durante unos minutos y le añadimos un vaso de vino blanco. Dejamos que se
evapore el alcohol del vino y con este caldo regamos la pierna.
Se tiene que tener en cuenta que los
tiempos de cocción son lo que tarda la pierna en hacerse en nuestro horno. El
horno es convencional y con bastantes años encima. Nosotros lo que hacemos es
que de media cocción hacia arriba abrimos el horno, y con la punta de un
cuchillo hacemos un corte pequeño en la carne y vemos como va el asado.
También influirá en el tiempo de
cocción que la carne nos guste más o menos hecha.
¡Y por supuesto! Podemos hacer la
pierna sin deshuesar.
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