domingo, 9 de junio de 2013

Anchoas en vinagre


INGREDIENTES:
ü  1/2 kilo de anchoas (boquerones en Andalucía)
ü  Vinagre de vino blanco
ü  Aceite de oliva virgen extra
ü  1 ramita de perejil
ü  2 – 3 dientes de ajo
ü  Agua
ü  Sal
ELABORACIÓN:
1.      Limpiamos los boquerones quitándoles la cabeza, tripas y espina.


2.      Partimos por la mitad y los colocamos en un bol con agua. El agua se pondrá turbia en un momento a causa de la sangre de los boquerones. Cambiamos el agua varias veces hasta que salga totalmente limpia. Esto se hará de forma continuada y sin dejar que los boquerones reposen en el agua.


3.      En un recipiente de plástico, ponemos una capa de boquerones con la piel hacia abajo, salamos y agregamos un chorro de vinagre; continuamos con el mismo procedimiento hasta que acabemos con los boquerones.

4.      Cuando tengamos la última tanda cubrimos totalmente de vinagre. Tapamos el recipiente y lo metemos en el congelador durante al menos 48 horas.

5.      Pasado el tiempo, descongelamos. Una vez descongelado, le quitamos el vinagre y escurrimos bien. No los lavamos.

6.      En el mismo recipiente de plástico, al que habremos limpiado, colocamos los boquerones, al igual que cuando los pusimos en vinagre, en capas.

7.      Picamos finamente los dientes de ajo y el perejil. Lo esparcimos por encima de los boquerones y cubrimos totalmente con aceite de oliva virgen extra.

8.      Dejamos macerar un par de horas y ¡Listos para comer!


Dependiendo de la región en la que nos encontremos se les conoce con distintos nombres: anchoas, bocartes, etc. Aquí en Andalucía, ¡boquerones! Los boquerones a ser posible que sean de tamaño grande, aunque pueden ser de cualquier tamaño (tampoco muy pequeños).
Aquí en casa, hasta hace poco tiempo, los consumíamos sin congelar previamente; pero ahora con el tema del anisaki, los congelamos y así prevenimos. Si bien es cierto, que congelándolos perdemos en calidad. Ahora bien, si observamos los lomos y no vemos el más mínimo rastro del parásito, ¡ojo! A veces es difícil de detectar, y los queremos consumir así, sin congelar, será responsabilidad nuestra. En este caso, dejaríamos los boquerones en el frigorífico cubiertos de vinagre, durante 6 – 8 horas, hasta que viéramos que los lomos se ponen blancos. ¡Cuidado con no pasarnos!, pues los boquerones se nos pueden cocer, quedando demasiado blandos. Después seguiríamos el orden de la receta.
Hay quien en vez de vinagre sólo, utiliza una mezcla de vinagre, agua y sal.
La cantidad de ajo y perejil a gusto de cada uno/a.
Como se puede ver la terminación la hacemos en un taper; Los boquerones, al estar totalmente cubiertos de aceite, se conservan bastante tiempo.
Los boquerones que no consumamos los metemos en el frigorífico. Cada vez que los vayamos a consumir, sacamos el taper del frigorífico un par de horas antes pues el aceite, aunque no siempre, habrá tomado forma de gelatina (se congela).
Otra forma de terminación, es cubrir los boquerones solo con aceite; en el momento de servir, los colocamos en un plato y en ese mismo momento, picamos el ajo y el perejil; se lo ponemos por encima y rociamos con un poco del mismo aceite de conservación.

Los podemos poner como aperitivo acompañado de unas patatas fritas de bolsa.

No ponemos para cuantas personas porque hay gente que se los puede comer en una sola sentada. Lo mismo que podemos hacer más cantidad si queremos ya que como hemos dicho, al estar totalmente sumergidos en aceite, nos aguantan bastantes días.

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